La Confederación Española de Comercio (CEC) ha advertido hoy de que la crisis de consumo, que acarrea el cierre continuo de establecimientos, se ha convertido en un problema estructural que requiere de acciones contundentes por parte del Gobierno, como por ejemplo la reducción de la presión fiscal.

Para el presidente de la patronal del pequeño comercio, Manuel García Izquierdo, además de rebajar los impuestos pensando en consumidores y en pymes, habría que establecer estímulos fiscales al consumo.

"El sector no puede afrontar ni una sola subida más de impuestos", ha añadido García-Izquierdo en respuesta a la consideración de la Comisión Europea de que aún existe margen para elevar el IVA en España.

Tampoco pueden soportar una mayor presión fiscal los ciudadanos, que "se han visto obligados a modificar sus hábitos hacia un consumo de subsistencia con unas consecuencias terribles para los comercios y sus trabajadores", ha asegurado el presidente de la CEC en un comunicado

En febrero, el comercio perdió 29.880 afiliados en el régimen general de la seguridad social y 2.791 en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA)

Así, durante el segundo mes del año, cerca de 33.000 personas abandonaron su actividad laboral y profesional en el comercio, "un dato que viene a corroborar la gravedad de la situación límite en la que se encuentra el sector", según la CEC.

La Comunidad de Madrid, que cuenta con la legislación comercial menos restrictiva de España, lidera en lo que va de año los descensos en la afiliación a la seguridad social en el comercio, con 10.667 bajas, seguida por la Comunidad Valenciana (4.306), Cataluña (4.223) y Andalucía (3.334), según la misma fuente.

Además, en febrero también ha empeorado el índice de confianza del consumidor, por lo que urge que el Gobierno "adopte medidas encaminadas a generar confianza a los usuarios", ha señalado.