Bruselas ya se resiste menos a actuar contra Italia, cuyo gobierno sigue día sí y día también a la gresca y el partido euroescéptico y xenófobo de Matteo Salvini, la Liga, ha obtenido un 34% en las últimas elecciones europeas, el mejor resultado electoral desde su fundación. Con esto como preámbulo, la pugna con Roma alcanzó este miércoles un nuevo cénit: la Comisión Europea (CE) ha anunciado que apoya la apertura de un procedimiento infractor por el déficit excesivo de Italia.

El anuncio ha sido hecho a través de un mordaz informe de 22 páginas en el cual el Colegio de Comisarios de la CE ha detallado, punto por punto, las razones por las que los últimos planes presupuestarios italianos, que han supuesto una nueva expansión del gasto público, han sido la gota que hizo rebasar el vaso. "En el caso de Italia, el análisis sugiere que se debería considerar que se incumple el criterio de la deuda y que, por lo tanto, un procedimiento de déficit excesivo está justificado", ha escrito la CE.

"Sin cambio alguno" a los anunciados planes de Roma, la Comisión estima que Italia sobrepasará el límite de déficit del 3% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020, que fija el Pacto de Estabilidad europeo. Además de ello, según la CE, Roma también deberá enfrentarse a un elevado crecimiento de su deuda que ya equivale al 132% del PIB, que se prevé aumente hasta el 133% en 2019 y el 135% en 2020.

Una situación preocupante que, de acuerdo con el organismo europeo, se origina en una serie de políticas puestas en marcha por el actual Gobierno italiano, liderado por la Liga y los populistas del Movimiento 5 Estrellas (M5S). En particular, "los costes adicionales, equivalentes a un aumento del 0.3% del PIB en 2019, por el gasto para las pensiones de ancianidad", las cuales ya equivalían en 2017 al 15% del PIB, "uno de los valores más altos de la Unión Europea y de la OCDE".

INVERSIÓN LIMITADA

Algo que, como consecuencia, limita la posibilidad de que Italia pueda invertir adecuadamente en sectores fundamentales para su crecimiento económico, "como la educación y las infraestructuras", y que su economía haga frente oportunamente a "posibles shocks macroeconómicos". "Italia paga por su deuda lo mismo que por todo su sistema educativo", ha ejemplificado el vicepresidente del organismo, Valdis Dombrovskis. Tanto así que en la actualidad cada italiano carga con 38.400 euros de la deuda de su país y otros 1.000 euros por los intereses adicionales.

Con ello, el Colegio de Comisarios de los 28 países de la UE también ha recordado a Italia todas las excepciones por las que, ahora ahora, el país evitó caer en el procedimiento infractor; la última vez, en el otoño pasado. En concreto, entre 2015 y 2019, Italia se benefició de reducciones equivalentes a casi el 2% de su PIB. E incluso de una reducción del 0,03% del PIB por la llamada crisis de los refugiados.

Dicho esto, el organismo evitó lanzar un ultimátum a Italia y decidió enviar su evaluación al Comité Económico y Financiero para que en dos semanas de tiempo elaboren un nuevo informe que luego pasará al Consejo de la UE para su decisión final. Un ligero soplo de aire fresco que le permitió al primer ministro Giuseppe Conte de enviar un mensaje de conciliación a Bruselas.

"Italia quiere mantener un diálogo constructivo con la Comisión", ha dicho Conte, al defender asimismo que su Gobierno cuenta con cumplir el Pacto de Estabilidad. "Entregaremos nuevas informaciones a finales de julio, cuando tendremos a disposición los datos sobre pagos fiscales de mitad de año", ha continuado. "Mi puerta sigue abierta", le ha respondido, por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, al hablar en italiano.