A finales de abril, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo ofrecieron el aperitivo con las primeras conclusiones del informe elaborado por los ‘hombres de negro’ tras la quinta visita posrescate bancario realizada a España. Este viernes, a poco más de una semana de las elecciones legislativas del 26-J, han publicado el menú completo con una gran conclusión que no cambia: el Gobierno de Mariano Rajoy revirtió en el 2015 -año electoral- parte del ajuste estructural realizado en los años anteriores y relajó la consolidación fiscal.

El reproche no es nuevo pero en plena campaña electoral, y con el dirigente del PP defendiendo a bombo y platillo su gestión de la crisis y los logros en materia económica de su ejecutivo, siembra muchas dudas de que Rajoy hiciera realmente todo lo posible en el 2015 para corregir el fuerte desvío en el déficit público. “Tras un considerable ajuste estructural en 2012-2013, el esfuerzo de consolidación fiscal se relajó y la política fiscal fue claramente expansiva”, constata el informe.

Además, la mayoría de las comunidades autónomas así como la Seguridad Social también se quedaron cortas respecto a sus objetivos y no aprovecharon los beneficios derivados del crecimiento dinámico y de los bajos tipos de interés para acelerar la reducción del déficit. El resultado: un desvío presupuestario de nueve décimas --del 4,2% prometido a la UE al 5,1%-- que sitúa a España entre los países de la UE con el agujero en las cuentas públicas más elevado, lo que le podría llevar en breve a ser el primer país en estrenar el mecanismo de multas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

El informe es el resultado de la visita que hicieron, entre el 11 y el 13 de abril, los técnicos de ambas instituciones a Madrid aunque en esta ocasión no incluye la habitual evaluación sobre el cumplimiento del pacto --según justifican, para no solaparse con el procedimiento de déficit excesivo-- ni un análisis sobre las reformas estructurales, “dada la situación política actual en España, con un Gobierno en funciones desde las elecciones de diciembre del 2015”.

LA ASIGNATURA DEL PARO

El informe sí analiza otro de los grandes males de la economía española. Aunque la creación de empleo fue robusta --un 3% en el 2015- y la tasa de paro ha caído, el porcentaje sigue siendo muy elevado con un desempleo del 21% durante el primer trimestre del 2016. “El mercado laboral sigue caracterizándose por una amplia proporción de trabajadores temporales, aunque el número de contratos indefinidos nuevos ha empezado a crecer lentamente”. A esto se suma otro desafío al que sigue sin responder el Gobierno español como es la gran proporción de parados de larga duración con baja cualificación (el 60%) y el persistente desajuste que existe desde que estallara la crisis en las competencias de oferta y demanda. “Una tasa de desempleo de larga duración persistente implica que el desempleo puede haberse arraigado llevando a una depreciación de las capacidades y afectando negativamente a las condiciones sociales y de trabajo”, alertan.

Más allá de la situación macroeconómica de España, el nuevo informe también hace un repaso a la situación del sector financiero y alerta de que persisten “incertidumbres legales” que podrían tener “potencialmente un impacto significativo en el sector bancario en su conjunto” y para el que las instituciones de crédito deben prepararse, como por ejemplo, “las cláusulas suelo”.

Se trata de unas cláusulas que ya han sido denunciadas ante los tribunales por numerosos consumidores, consideradas abusivas por el Tribunal Supremo, y que ahora están sobre la mesa del Tribunal de la UE. Si los jueces europeos dan la razón a los denunciantes, las entidades bancarias podrían tener que devolver hasta 7.600 millones y la primera indicación de lo que puede ocurrir tendrá lugar el próximo 12 de julio, cuando se esperan las conclusiones del abogado general. El informe también lamenta los escasos resultados de la Sareb y el estancamiento en la privatización de Bankia y BMN y pide al Gobierno en funciones un plan de privatización con un calendario concreto.