Hace quince días, los grandes países de la Eurozona, entre ellos España, alertaron de los riesgos que plantean las monedas virtuales y pidieron "reglas claras y estrictas" para criptoactivos y criptomonedas como la Libra de Facebook, que tantas dudas suscita en gobiernos como el francés. Un ámbito al que se ha lanzado este jueves la Comisión Europea con la presentación de la primera propuesta legislativa de la UE en este terreno, con la que pretende impulsar la innovación, preservar la estabilidad financiera, aportar claridad y seguridad jurídica a los emisores, y proteger a los inversores.

Para garantizar la protección del consumidor, el ámbito de aplicación de la nueva normativa será muy amplio. No solo cubrirá a las entidades emisoras de criptoactivos, sino a todas las firmas que ofrezcan servicios relacionados: desde plataformas dedicadas a custodiar este tipo de productos virtuales hasta entidades de compraventa a cambio de dinero o mediante intercambios. Este tipo de proveedores de servicios estarán obligados a tener presencia física en la UE y tendrán que recibir una autorización previa de las autoridades nacionales competentes antes de comenzar su actividad.

Además, tendrán que cumplir con determinados requisitos de capital, estándares en materia de gobernanza, la obligación de separar sus activos de los de sus clientes, dotarse de medidas tecnológicas para evitar los riesgos de robos y hackeos, así como aplicar medidas de supervisión adecuadas para evitar un abuso de mercado. Los emisores de criptodivisas también estarán obligados a publicar una especie de "libro blanco" incluyendo información específica como condiciones, derechos, obligaciones y riesgos.

Marco más estricto

En el caso de las llamadas criptomonedas estables, vinculadas a valores como pueden ser el euro o el dólar, los requisitos exigidos para operar en la UE serán todavía más estrictos y estarán sujetos a la supervisión de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) y no de las autoridades nacionales como en los demás casos. "Estarán sujetos a requisitos más estrictos debido a los desafíos específicos (que plantean) para la estabilidad financiera" con "medidas de salvaguarda más fuertes, también contra el fraude y el blanqueo de capitales", ha explicado el vicepresidente Valdis Dombrovskis.

Las criptomonedas referenciadas a una única moneda estarán sujetas a los requisitos de la propuesta así como a los requisitos y salvaguardas previstos en la directiva sobre dinero electrónico. Esto significa que tendrán que estar respaldadas en una proporción de uno a uno. En el caso de que estén referenciados a más de una moneda, las condiciones serán todavía más estrictas. El emisor, por ejemplo, tendrá que mantener acuerdos de liquidez adecuados con los proveedores de servicios de activos que compran y venden la criptomoneda, así como garantías de pago. Los compradores tendrán a su vez derecho a retirarse directamente en caso de variación significativa del valor.

La propuesta forma parte de un nuevo paquete de medidas sobre finanzas digitales para estimular la competitividad e innovación que incluye una estrategia de finanzas digitales para mejorar la gestión de los datos, una estrategia de pagos minoristas para facilitar las transacciones y que sean más seguras, y un nuevo marco regulador sobre resiliencia operativa que aspira a lograr que todos los participantes en el sistema financiero cuentan con medidas de salvaguarda suficientes para paliar ciberataques y otros riesgos.