El comité ético del Banco Mundial encargado de investigar la actuación del presidente, Paul Wolfowitz, acusado de dar un trato de favor a su novia, ultima un informe que determina que el mandatario rompió varias normas éticas de la institución que vela por armonizar el desarrollo entre países, según publicó ayer el diario The Washington Post . Wolfowitz, en el punto de mira por la crisis, había asegurado que dimitiría si el comité ejecutivo emitía un dictamen condenatorio.

El comité investigador tenía aún pendiente de decidir si recomienda explícitamente la dimisión del alto ejecutivo, que propició la salida del banco de su novia y compañera en la institución, Shaha Riza, con un generoso aumento salarial. Riza, ciudadana británica de origen libio y todavía funcionaria del banco, está actualmente destinada en el departamento de Estado, con un sueldo mayor que el de la máxima responsable, Condolezza Rice. La mujer tuvo que dejar su puesto de trabajo porque el Banco Mundial impide que las parejas sean subordinadas.

COMPARECENCIA Wolfowitz deberá comparecer el próximo lunes ante el comité investigador con su abogado, Robert S. Bennett, defensor del expresidente Clinton en el caso Paula Jones . El letrado criticó ayer que el comité haya emitido un informe antes de escuchar a su cliente. Su defensa se basará en la declaración de que Wolfowitz tenía la autorización del comité para otorgar la paga a Riza, y que el ejecutivo actuó de buena fe.

El informe del comité ético, sin embargo, asegura --según el diario-- que el máximo dirigente de la institución rompió las reglas del banco y los patrones éticos de su propio contrato al utilizar la autorización que tenía únicamente para fines particulares, y que no era extensible a otras personas.

CUESTIONADO El comité investigador está compuesto por miembros del comité ejecutivo del banco, cuyo dictamen espera el mandatario.

Wolfowitz, exsecretario de Defensa con George Bush y adscrito al ala neoconservadora del Partido Republicano, está siendo muy cuestionado, desde distintos ámbitos, sobre todo en el seno del banco, donde los trabajadores han llegado a pedir públicamente su dimisión por el caso Riza y por las tesis impulsadas desde el banco de recortar ayudas a la planificación familiar y a la adaptación al cambio climático.

Tan solo la Casa Blanca continúa apoyando a Wolfowitz, también cuestionado por los países europeos que pugnan por recuperar el control de un organismo clave en el orden económico mundial.