En plenas turbulencias de Boieng, y cuando Airbus sacaba pecho de cómo superaba al fabricante americano en pedidos, el hólding IAG (Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus) dio ayer un gran espaldarazo a la compañía de EEUU con un megapedido de 200 aviones de la familia B-737 Max, el mismo modelo de nave que lleva meses en tierra después de que registraran dos accidentes aéreos.

«Estamos muy satisfechos de firmar esta carta de intención con Boeing y estamos seguros de que estos aviones serán una gran adición a la flota de corto radio de IAG. Tenemos plena confianza en Boeing y esperamos que el avión 737 Max retorne exitosamente a operar sus servicios en los próximos meses tras haber recibido la aprobación por parte de los reguladores», afirmó el consejero delegado de IAG, Willie Walsh.

El anuncio del acuerdo, realizado en el marco del Salón Aeronáutico de París, incluye aeronaves de los modelos 737-8 y 737-10 y está sujeto a un acuerdo formal entre las partes. Cuando se llegue a un acuerdo final, se publicará en el sitio web de pedidos del constructor. Las aeronaves 737-8 (puede acomodar hasta 178 pasajeros) y 737-10 (hasta 230 pasajeros), cuya cuantía por modelos no se especificó, serían entregadas entre el 2023 y el 2027, y estarían equipadas con motores CFM Leap. El grupo agregó que estos aviones serán operados por algunas de las aerolíneas del grupo incluyendo a Vueling y Level.

A precio de catálogo del constructor estadounidense, el modelo Boeing 737-800 asciende a 117 millones de dólares (104,5 millones de euros), mientras que el Boeing 737-10 tiene un precio de 117,1 millones de euros. En total, siempre a precio de catálogo, el pedido superaría los 21.000 millones de euros, aunque IAG aclaró que ha negociado «un descuento sustancial».