El expresidente de Banesto Mario Conde quiere que los jueces de lo penal de la Audiencia Nacional reconozcan que realiza un trabajo extraordinario en la cárcel para que le reduzcan la pena de 20 años de cárcel que le impuso el Tribunal Supremo por los delitos de apropiación indebida y estafa. El juez de vigilancia penitenciaria de ese tribunal, Javier Gómez Bermúdez, se opuso a esa petición.

Conde ingresó en la cárcel de Alcalá Meco (Madrid) el 29 de julio del 2002 después de que el Tribunal Supremo elevará su condena por el caso Banesto . Desde entonces, desempeña las funciones de auxiliar en el módulo de ingresos. Ese trabajo, a diferencia de otros que se desarrollan en las cárceles, no está sometido a un horario fijo, ya que se requiere su presencia cada vez que cambia la población reclusa.

Por ese módulo pasan todos los presos que entran o salen de la prisión. Los nuevos internos pueden permanecer en ese recinto unas horas o unos días hasta que cumplen con los trámites de reconocimiento fotográfico, toma de huellas y entrega de objetos y documentos personales. Además, los internos reciben el material que usaran en prisión. En un libro se registra la hora de entrada o salida de los reclusos y los objetos que se les requisa o que se les devuelve.

LAS CONSECUENCIAS Sin embargo, esa función no ha sido catalogada por la prisión como un trabajo extraordinario. Por ese motivo, el juez de vigilancia penitenciaria --nombrado presidente de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional-- se negó a aplicar redenciones extraordinarias a Conde. La concesión de esos beneficios supondría una reducción de la pena, ya que cada día en la cárcel vale el doble en términos de condenas.

El abogado del empresario, Ignacio Peláez, pidió a los jueces de la Audiencia que se le conceda ese beneficio, ya que en anteriores ocasiones se le tuvo en cuenta. También alegó que el exbanquero no ha sido sancionado en la cárcel. Conde cumplirá las tres cuartas partes de su condena, si se les descuentan las redenciones ordinarias y extraordinarias, en abril del 2009.