Al equipo directivo de DIA no le ha quedado otra opción que aceptar la opa voluntaria propuesta por el magnate ruso Mijail Fridman propietario del 29% de la compañía- para hacerse con el control de la compañía. El consejo de administración, comandado por Borja de la Cierva, ha emitido este martes su veredicto en el que reconoce que la única opción viable a día de hoy para la compañía es aceptar los 0,67 euros por acción que propone el magnate ruso con su oferta.

En un hecho relevante remitido a la CNMV, el actual equipo gestor reconoce que "en las actuales circunstancias, se trata de la mejor alternativa existente para accionistas, acreedores, empleados, franquiciados y proveedores del grupo". Una opinión que contrasta con la que el mismo equipo trasladó al día siguiente del anuncio de opa de Fridman y con la guerra que pocos días después se abrió entre el equipo gestor y el vehículo inversor de Fridman -el fondo Letterone- que les llevó a plantear dos ampliaciones de capital distintas en la Junta de Accionistas de la compañía. Sin embargo, tras el apoyo de los accionistas a la recapitalización de Fridman y a la compleja situación que atraviesa la empresa, al equipo directivo no le ha quedado otra opción que virar su opinión y apoyar a Letterone.

Así, el consejo ha anunciado que venderá el 1,45% de autocartera en la opa y que la mayoría de los consejeros con acciones de la sociedad se desprenderán de estas.

Antes de emitir su veredicto, el consejo le pidió a Rothschild & Co que sondease a "potenciales inversores" sobre un potencial interés en la empresa sin resultado positivo, así como también sobre la posibilidad de que Letterone mejorase el precio de la oferta pero este "no está dispuesto a considerar un aumento del Precio de la Oferta". Sobre la opinión de sus asesores, el consejo señala que Bank of America considera "razonable" desde el punto de vista financiero" el precio de 0,67 euros la acción, mientras que para Rothschild & Co "no debería considerarse razonable".

En el informe, DIA enumera los "problemas fundamentales e inmediatos" a los que se enfrenta la empresa: la situación de quiebra técnica, con un patrimonio neto negativo de 166 millones de euros, que debe revertir antes del 20 de mayo si no quiere entrar en concurso de acreedores; el vencimiento de la deuda el 31 de mayo aunque puede ser declarada como vencida a partir del 30 de abril ante la ausencia de la ampliación de capital de 600 millones acordada con el consejo o en el momento de que el control de DIA cambie de dueños-; el vencimiento de los bonos de 2014 el próximo 22 de julio. Así como la necesidad de "revertir la tendencia negativa del negocio" tras el impacto negativo que ha tenido "la incertidumbre" sobre la situación financiera y patrimonial de la empresa y que se ha revertido en un primer semestre de 2019 con una caída del 4,3% de las ventas a nivel consolidado y del 4,4% en España (datos provisionales), y la ausencia de "ninguna otra solución alternativa, de carácter global y de rápida implementación" a la estructura de capital si la opa no tuviera éxito.

En el caso de que la opa fracase y con ella el aumento de capital de 500 millones aprobado en la junta- o si Fridman no llega a un acuerdo con los bancos, el consejo de administración asegura que analizará "junto con sus accionistas, acreedores bancarios, proveedores y otros stakeholders" otras alternativas. No obstante, el equipo gestor advierte de que "existe un riesgo considerable" de que, si la opa no avanza, la Sociedad tenga que enfrentarse a una restructuración financiera completa e incluso acogerse al régimen de insolvencias, "medidas que habrían de implementarse en plazos de tiempo muy exigentes y que podrían conllevar que las acciones representativas del capital social quedaran privadas de valor".