La propuesta de un conservador alemán de 23 años de rechazar la financiación de las prótesis a las personas de más de 85 años como una forma más para reducir el déficit público ha levantado un debate y una ola de indignación.

La polémica, bautizada por la prensa alemana como la guerra de las generaciones, anuncia los futuros conflictos sociales que se desarrollarán en Europa como consecuencia del envejecimiento de la población y la crisis de viabilidad de la sanidad pública.

Philipp Missfelder, presidente de las juventudes cristiano demócratas alemanas, de 23 años, declaró que no era correcto que "personas de 85 años recurran a la financiación pública para pagar una prótesis de cadera". La ministra de la familia, Renate Schmidt, calificó el planteamiento de "inhumano" y estimó que es "erróneo afirmar que las personas de 85 años vivan ahora del esfuerzo de la juventud".