Los consumidores españoles prefieren los vinos con Denominación de Origen y dan poca importancia a la etiqueta, según se desprende de un estudio elaborado por el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) en España y Estados Unidos. El informe, que está financiado por la Organización Internacional del Vino (OIV), incluye la opinión de estos consumidores sobre las características que definen los vinos de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Chile, Argentina y Uruguay y también los de España, Francia, Italia y Portugal. Con ello, lo que se pretende es conocer aquellas características de los vinos que más les interesan a los consumidores españoles en comparación con los americanos, informa el Gobierno de Aragón en un comunicado. Este análisis permite descubrir qué ocurriría si los vinos del Nuevo Mundo se comercializaran de forma masiva en España y cómo incrementar la exportación de los vinos españoles a Estados Unidos, que se espera sea el primer consumidor de vinos del mundo dentro de pocos años. Los primeros resultados muestran que el consumidor español valora prioritariamente la Denominación de Origen y la idoneidad del vino con la comida a la que acompaña, mientras que da poca importancia a la etiqueta. Además, tienen una actitud de compra poco positiva hacia los vinos del Nuevo Mundo. Por su parte, los consumidores americanos, en su globalidad, tienen como principales referencias para la elección de un vino, el que lo hayan probado anteriormente, el tipo de variedad de la uva y el precio. En el trabajo se ha investigado el comportamiento de compra y las características personales de los consumidores de ambos países, lo que ha permitido segmentarlos en distintos perfiles. En España cabe reseñar dos grupos de consumidores bastante diferenciados por su edad y educación: uno con una mayor proporción de jóvenes con un bajo conocimiento sobre el vino, que valoran que el vino proceda de una denominación de origen y su idoneidad con la comida con la que se vaya a acompañar. El otro segmento está conformado por hombres adultos, con un bajo nivel de educación, pero con un nivel alto de conocimiento sobre el vino, y se valora especialmente la etiqueta, la idoneidad del vino con la comida a la que acompaña y el haberlo probado anteriormente. En Estados Unidos el estudio se ha centrado en la llamada generación Millenials (menores de 35 años), ya que se considera que este grupo posee un notable poder adquisitivo y mayor consumo de vino que el resto de la población. El trabajo se está realizando sobre una muestra de 380 consumidores de ambos países con un novedoso planteamiento metodológico basado en los experimentos de elección y en el uso de escalas Best-Worst, agregan las mismas fuentes. Los consumidores de la ciudad de Zaragoza se han tomado como representativos de los consumidores españoles y los consumidores de la ciudad de Fayetteville, en Arkansas, como representativos de los consumidores americanos.