La caída de la actividad de sectores como la construcción, la aviación o el transporte por carretera provoca una caída del consumo de productos petrolíferos nunca vista en los últimos 25 años. Según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), el año se cerrará con un descenso del consumo de entre el 7% y el 10%. "La cosa va mal", señaló a Efe el director general de la AOP, Alvaro Mazarrasa. El consumo privado ha caído menos que el industrial, cuya demanda se ha contraído considerablemente por la bajada de la actividad en sectores como la construcción, el turismo y el transporte.

Los mayores recortes de consumo se registran en los destilados medios (gasóleos y querosenos de aviación). El descenso en el consumo aeronáutico es "espectacular" y una novedad, porque siempre había registrado tasas positivas, salvo tras el 11-S y la guerra de Kuwait. "Estamos viendo caídas del orden del 17% y los augurios para el verano son bastante malos", aseguró.

En cuanto a los carburantes de automoción, en las estaciones de servicio ubicadas en carreteras y con una mayor dependencia de transportistas, las ventas han caído entre el 25% y el 30%, mientras que en las gasolineras urbanas el retroceso es de entre el 4% y el 5%.

Sobre el precio del petróleo, que tuvo subidas (el Brent recuperó el nivel de los 65 dólares), Mazarrasa aseguró: "Los mercados de futuro apuestan por un precio a largo plazo de 85 dólares por barril y tanto productores como compañías piensan que es un precio que garantiza mantener las inversiones. Podríamos ver precios de entre 60 y 70 dólares a corto plazo".