Pese a lo que se suele creer, tener un empleo precario o fijo no juega un papel clave en la decisión de los jóvenes de emanciparse. Así lo afirma el último boletín económico del Banco de España, con el argumento de que ya antes de 1984 --año en que se liberalizaron los contratos temporales-- los españoles eran de los europeos que más tarde se iban de casa. El organismo recuerda que la elevada edad de emancipación tiene un impacto negativo sobre la fecundidad, la movilidad laboral y el sector inmobiliario (prevalencia de la compra).