EL MINISTRO de Trabajo e Inmigración español pidió ayer a la Eurocámara que "rectifique" la directiva que amplía la jornada laboral a 65 horas semanales. Celestino Corbacho aseguró que la normativa comunitaria supone una "regresión de la agenda social" y acerca a Europa más al siglo XIX que al siglo XXI.