El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, abogó ayer por abordar una reforma laboral pactada con los agentes sociales. En concreto, defendió reformar "algunas figuras del mercado laboral" con el objetivo --dijo-- de reducir la elevada temporalidad, hacer más atractivo el empleo a tiempo parcial, reducir bonificaciones a los contratos temporales y reforzar la formación profesional. También anunció "nuevas iniciativas y nuevos proyectos" en apoyo de parados de larga duración y de jóvenes.

EUFEMISMOS Y TABUS Al ser preguntado sobre nuevos detalles de "la reforma laboral" que había anunciado, Corbacho respondió cortante: "Yo no he anunciado ninguna reforma laboral". Según el ministro, él se había referido a "reformas, en el buen sentido de la palabra", y siempre en el marco "del diálogo social y la concertación".

El quiebro del ministro fue interpretado por algunos de los empresarios asistentes como una "huida hacia el eufemismo" para evitar pronunciar el "tabú" en que se ha convertido la expresión reforma laboral , que con tanta frecuencia se asocia con abaratamiento del despido.

Lo que sí hizo el ministro fue dejar la puerta abierta a algún recorte en las cotizaciones a la Seguridad Social --antes de la interrupción del diálogo social, el Gobierno planteó una rebaja de 1,5 puntos en las cuotas-- dentro de la revisión del Pacto de Toledo que se debate en el Congreso.

También apuntó la posibilidad de nuevos cambios en el sistema de los expedientes de regulación de empleo (ERE), en la línea de los adoptados en marzo, para incentivar la suspensión temporal de contratos frente a su extinción definitiva.

El ministro insistió en el carácter pactado de cualquier reforma laboral y dijo que, para ello, "todas las partes han de dejar algún elemento en el camino, para que el acuerdo final sea fruto de la aportación de todos". El mensaje es obvio, pero fue interpretado como un reproche a la patronal CEOE, a quien el Gobierno acusó en julio de ser la responsable de la ruptura del diálogo por sus exigencias.

MAS DESEMPLEO Sobre los presupuestos del 2010, Corbacho explicó que las pensiones subirán el 1% con carácter general, con cláusula de revisión; el 2%, las mínimas y en torno al 4%, las inferiores a estas últimas. El ministro destacó que la edad de jubilación se ha elevado, hasta 63 años y 10 meses, "gracias al descenso de las jubilaciones anticipadas" y que, "a pesar de la crisis", el número de altas de pensionistas se ha estabilizado.

El ministro añadió que el desempleo va a seguir aumentando en los últimos meses del año, incluso más de lo que se pudiera derivar de las habituales "razones estacionales", aunque no con la "misma dureza".