La devaluación interna que tanto ha defendido el Gobierno del PP para salir de la crisis ha llegado ya a la Seguridad Social. Aunque sube el número de trabajadores, la cotización media por empleado baja debido a los recortes que han sufrido los sueldos, especialmente para los nuevos contratos. Sin embargo, las cuentas de la Seguridad Social incluyen unas previsiones que no reflejan esa devaluación y que quedan pulverizadas por la realidad.

Como si tratara del cuento de la lechera, el presupuesto que hace la Seguridad Social al inicio de cada ejercicio queda en agua de borrajas por el pinchazo de las previsiones de ingresos, que acaban siendo muy inferiores a lo esperado. En el 2015, las cuentas de la Seguridad Social se basaban en la previsión de alcanzar a final del año unos ingresos por cotizaciones sociales de 109.833 millones de euros, pero la realidad fue que hubo una desviación a la baja de 9.300 millones ya que la cifra final fue de 100.492 millones.

De rebote, el déficit real fue también peor de lo planificado, al incrementarse en 6.444 millones y cerrar el ejercicio con un agujero de 16.707 millones que se ha convertido en un quebradero de cabeza para el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por su elevado impacto en las cuentas del conjunto del Estado y también en una amenaza para la sostenibilidad del sistema público de pensiones. La propia Seguridad Social admitía en un informe remitido al Pacto de Toledo del Congreso un problema de financiación "acuciante" y proponía replantear las bonificaciones de las cuotas empresariales. En los últimos años, el Ejejcutivo ha gastado la mitad de la hucha de las pensiones.

LA HISTORIA SE REPITE

Pero la historia se repetirá probablemente en el 2016. El presupuesto de la Seguridad Social para este año prevé obtener unos ingresos por cotizaciones sociales de 117.242, lo que supondría lograr un incremento de 16.750 millones, equivalente al 16,6%, en relación con la recaudación real con la que finalizó el 2015.

¿Es creíble esa previsión presupuestaria? Para Enrique Devesa, uno de los expertos que asesoró al Gobierno en la reforma de las pensiones, se trata de unas previsiones que "están totalmente fuera de lugar" teniendo en cuenta la ejecución real del presupuesto del año anterior y porque "es imposible llegar a recaudar por cotizaciones 117.000 millones". El presupuesto del 2016 está hecho en base a las previsiones fallidas de ingresos del 2015, con lo que aparentemente el incremento no es tan grande, con lo que puede "enmascarar" el crecimiento real.

Devesa, que encabeza un grupo de investigación sobre pensiones de la Universidad de Valencia, estima que el déficit público de la Seguridad Social puede ascender a unos 15.000 millones al acabar este año, lo que significará que persiste la amenaza para el sistema de pensiones. Esa cifra está por encima del agujero crónico de 13.000 millones denunciado por la Autoridad Fiscal ndependiente (Airef).

Un estudio reciente llevado a cabo por el equipo de Devesa destaca que el aumento del 1,35% de los ingresos por cotizaciones en el 2015 fue "moderado" si se compara con la mejora del producto interior bruto (PIB) o del número de afiliados a la Seguridad Social, que subió un 3,2%, y achaca el pinchazo en las previsiones al "exceso de optimismo" del Gobierno.

DÉFICIT DEL SISTEMA CONTRIBUTIVO

Las previsiones infladas chocan con las nuevas cotizaciones precarias, que han reducido el ingreso medio por afiliado en un 0,50%, Si a ese efecto se le suma la caída de los ingresos por la cotización de los parados en un 1,31%, el resultado global es que la recaudación media por trabajador cayó en el 2016 un 1,81%.

Uno de los efectos derivados de esa tendencia a reducir las cotizaciones por las rebajas salariales es un mayor desequilibrio en las cuentas del sistema contributivo de pensiones, sin contar los complementos de mínimos y otras prestaciones con cargo a impuestos. El déficit de la parte contributiva del sistema se situó en el 2015 en 17.359 millones debido a la diferencia entre el aumento de los ingresos contributivos (0,88%) y de los gastos (3,59%) por las pensiones más altas de los nuevos pensionistas.

Las reformas de la Seguridad Social de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero en el 2011 y de Mariano Rajoy en el 2013 siguen su curso y contribuirán a moderar los gastos en los próximos años, aunque "difícilmente se podrá bajar del entorno del 2,5%-3%" de aumento, según el estudio. "Las perspectivas han mejorado en ese sentido pero dado el nivel de déficit de partida es de esperar unos años más de revalorizaciones de pensiones en su nivel mínimo del 0,25%", indican los expertos.

Enero y febrero suman un 14,73% de los ingresos anuales

En su último balance correspondiente a enero y febrero de este año, la Seguridad Social destaca que las cotizaciones sociales ascendieron a 17.267,81 millones, un 2% más que en el mismo periodo del 2015, mientras que la cifra de ocupados subió un 2,96%. Al mismo tiempo, ratifica la previsión de ingresar 117.242 millones, de los cuales los ingresos hasta febrero "representan el 14,73% de lo previsto para 2016". Las prestaciones económicas llegaron a 18.363,26 millones, de las que las pagas contributivas alcanzaron un importe de 15.847,04 millones, un 3,18% más respecto al 2015. En incapacidad temporal el gasto realizado alcanza un importe de 335,05 millones, un 10% más.