La crisis de la economía española notó un cierto alivio en el tercer trimestre del año, un periodo en el que el producto interior bruto (PIB) volvió a caer, pero con la menor intensidad desde que comenzó la recesión, gracias a las ayudas del Estado. Según las estimaciones que ayer publicó el Banco de España, el PIB retrocedió el 0,4% entre julio y septiembre respecto al segundo trimestre del año. Esta contracción es siete décimas inferior a la registrada en la primavera (que fue del -1,1%) y es la más baja en los cinco trimestres de recesión de la economía española.

En tasa anual, la contracción de la economía se ha reducido una décima, hasta el 4,1%, como resultado de un mejor comportamiento del consumo y la inversión (la caída de la demanda interna ha pasado del 7,3% al 6,5%). La aportación del sector exterior fue positiva, de 2,7 puntos, pero algo inferior a la del periodo anterior (de 3,1 puntos).

En su boletín económico de octubre, el Banco de España relaciona la relativa mejora de la economía con las medidas de impulso adoptadas por el Gobierno --como las ayudas para compra de automóviles y el Fondo Estatal de Inversión Local (FIL)-- pero advierte de su carácter transitorio. Subyace la duda de si los síntomas de recuperación se podrán mantener sin las muletas del Estado.

En una reflexión más amplia, sobre el contexto internacional, el Banco de España opina que "la incertidumbre sobre la secuencia e intensidad de la recuperación continúa siendo elevada, debido principalmente a las dudas que prevalecen sobre la capacidad de crecimiento de las principales economías cuando los estímulos fiscales y monetarios se vayan replegando".

DESCONFIANZA De momento, el Gobierno ha anunciado que en el 2010 habrá algún tipo de ayuda para la compra de automóviles. Además, habrá otro Fondo Estatal de Inversión Local (FIL), aunque con menor dotación (5.000 millones, frente a los 8.000 del 2009) y orientado a fines distintos de la construcción. El Gobierno calcula que en el primer semestre del 2010 el PIB empezará a crecer.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará un avance del dato oficial sobre la contabilidad nacional del tercer trimestre el próximo día 12. Según las estimaciones del Banco de España, el gasto en consumo de los hogares durante el verano fue el 4,9% inferior al del año pasado (en el segundo trimestre, la caída anual fue del 5,9%). La caída del consumo se explica, sobre todo, por la fuerte destrucción de empleo. Con todo, el Banco de España opina que es una caída demasiado intensa --tomando en cuenta las ayudas del Estado, la disminución de los tipos de interés y la caída de la tasa de inflación-- y llega a la conclusión de que las familias están ahorrando "por precaución". La tasa de ahorro de hogares alcanza ya el 17,5% de su renta disponible. La caída de las principales ramas productivas aminoró, especialmente en la obra civil (a causa del FIL).