Las amenazas sobre la continuidad en el suministro de crudo --en Nigeria, Irak y Rusia--, pesaron más ayer sobre los precios del petróleo que el anuncio de Arabia Saudí de que aumentará nuevamente su producción para evitar los efectos económicos de la escalada del barril.

Ayer, tanto el Brent como el West Texas, referencias europea y estadounidense, tocaron valores récord en 46,80 y 50,47 dólares respectivamente, aunque a medida que avanzó la sesión la cotización fue en ligero descenso.

Los mercados reaccionaron con ascensos a la situación en Nigeria. Grupos rebeldes amenazaron con atacar las instalaciones de las empresas que operan en el país. Los mercados también tuvieron que lidiar con la decisión del tribunal de arbitraje de Moscú de aceptar a trámite la demanda interpuesta por la fiscalía rusa contra Yukos.