El Gobierno ya tiene su proyecto de ley de Presupuestos para 2021, y esta vez tiene la confianza de que logrará sacarlos adelante, a diferencia de lo que ocurrió con los de 2019, que se estrellaron en el pleno del Congreso y abocaron a las elecciones anticipadas del 28-A. Y aunque la negociación interna entre los socios se alargó más de la previsto, con fricciones de última hora, PSOE y Unidas Podemos quieren meter el turbo en el Parlamento a fin de que las nuevas cuentas estén listas a primeros de año.

Y es que estos dos meses de conversaciones previas en torno a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no han sido solo un diálogo entre socialistas y morados. El Gobierno también ha ido hablando con los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez, hasta tal punto de que en Hacienda, aunque con cautela, muestran la convicción de que las cuentas se aprobarán con ellos. Sin descartar a Ciudadanos. No por ahora. Porque la formación naranja, según indicaron fuentes de la cúpula de Inés Arrimadas, está dispuesta a conversar con el Ejecutivo. No se apea del tren de la negociación.

"Si traemos el proyecto de Presupuestos es porque entendemos que tiene los apoyos suficientes para que pueda ver la luz, y si traemos el decreto de prórroga de alarma es porque creemos que también tiene los apoyos necesarios para que pueda ver la luz", sostuvo tras el Consejo de Ministros que alumbró los PGE la titular de Hacienda, María Jesús Montero. La portavoz, no obstante, evitó mostrar triunfalismo, porque otras veces el Ejecutivo ha tenido "comprometidos" los apoyos que luego huyeron.

Pero, sin duda, el hecho de que el Gobierno remita a la Cámara el proyecto de ley y la velocidad que se quiere imprimir a la tramitación parlamentaria son indicativos de que Sánchez no penará esta vez para sacar los PGE. De hecho, los socios de izquierdas ERC, Bildu, Más País y Compromís saludaron el texto y aplaudieron una medida por la que los morados pelearon hasta el final, la regulación del precio de los alquileres, que se incluirá en una ley estatal de vivienda que llegará en cuatro meses al Congreso.

"Salida correcta"

Muy significativa fue la reacción de Cs. La dirección liberal indicó que el equipo negociador está analizando la información proporcionada por el Gobierno a la espera de que este miércoles Hacienda lleve al Congreso el proyecto. Entretanto, Cs "mantiene su firme determinación y compromiso de negociar estos Presupuestos, que tienen una importancia excepcional debido a la crisis del covid-19, para que sean los mejores para España".

Cs no se baja del barco pese a las subidas (limitadas) de IRPF, de Patrimonio y de Sociedades. Fuentes parlamentarias explican que Arrimadas aún no puede salirse de la foto: para echarse a un lado, debe cargarse de razones. Y eso se verá a lo largo de la tramitación parlamentaria.

El Gobierno querría cuadrar el círculo y atraer a naranjas y republicanos, pero ambos se vetan mutuamente. Gabriel Rufián, portavoz de ERC, celebró este martes el acuerdo para regular los alquileres que daría cobertura a la ley catalana, porque "acerca los PGE a una salida correcta". La música del proyecto también suena "muy bien" a EH Bildu, a la espera de la letra pequeña. "Va en la buena dirección", valoró Íñigo Errejón (Más País), que echó en falta más "valentía. Para el PNV, sin embargo, es un "mal comienzo" el impuesto al diésel.

"Son unos PGE progresistas y de país", que buscan no dejar "a nadie atrás" y olvidar la "austeridad y los recortes", recalcó Sánchez en el acto conjunto con Pablo Iglesias de la mañana. El Ejecutivo está seguro de que su apuesta es ganadora. "Todo el mundo quiere apoyar estos PGE. Son expansivos y contienen los fondos europeos. Es muy difícil no apoyarlos", auguran desde la Moncloa. Hay optimismo, pero queda camino.