Roto en dos. Cuatro de las cajas de ahorros que tomaban parte junto a Caja Extremadura en las negociaciones para constituir un Sistema de Institucional de Protección (SIP) han decidido seguir avanzando en esta fusión fría por su cuenta. Según pudo saber ayer EL PERIODICO a través de fuentes cercanas a este proceso, Cajamurcia, Caja Granada, Sa Nostra y Caixa Penedès han abandonado la iniciativa, con lo que del grupo inicial solo quedarían Caja Extremadura, CajAstur y Caja Cantabria. Las desavenencias se habrían producido al valorar la situación en la que se encuentran dos de las entidades, Sa Nostra y Caixa Penedès y, consecuentemente, el peso que debía dárseles a cada una de ellas dentro del SIP resultante.

Cuando a finales de marzo Caja Extremadura dio a conocer el inicio de las conversaciones con vistas a la constitución de este SIP, el presidente de esta entidad, Víctor Bravo, subrayó que el propósito era convertirse en "un referente en el nuevo mapa de las cajas y estar entre las diez entidades líderes de España por activos y volumen de negocio". Entonces se habló de alcanzar unos activos conjuntos de entre 125.000 y 175.000 millones de euros, lo que convertiría a la entidad en la tercera de mayor tamaño del sector en España (tras la Caixa y Caja Madrid).

Ahora, de consumarse la división, se estaría sensiblemente por debajo de este objetivo, ya que entre Caja Extremadura, CajAstur (incluida la absorbida Caja Castilla-La Mancha) y Caja Cantabria suman unos activos de alrededor de 60 millones de euros. La cifra estaría, en cualquier caso, por encima del mínimo de 50.000 millones apuntado por el Banco de España.