El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, recurrió ayer a las expresiones "histórico", "espectacular", y "excelente" para calificar el cierre de las cuentas de las administraciones públicas en el 2005 con superávit --de casi 10.000 millones de euros, equivalentes al 1,1% del PIB--, el "primero de la historia de la democracia", un "verdadero hito". Según el ministro de Economía, el cierre de las cuentas del 2005 desmiente las críticas de la oposición, que ven en la política económica socialista una amenaza para la estabilidad presupuestaria.

Al superávit del 2005 ha contribuido, por primera vez, el Estado, con un saldo positivo equivalente al 0,39% del PIB (3.539 millones de euros) que ha dado la vuelta a la previsión de un déficit inicial del 0,5% del PIB. La evolución de los ingresos, cuyo crecimiento del 14,1%, muy por encima del de la demanda interna del 9,3%, ha sido el principal artífice de este resultado.

Con todo, Solbes recomendó "prudencia". ¿Para qué va a servir este superávit? Solbes dijo que una parte "será devuelta" a los ciudadanos en forma de rebaja de impuestos. Otra parte se aplicará a la reducción de la deuda pública, que en el 2005 cayó hasta el 43,4% del PIB.