Conviene estrechar lazos con el país que, según todos los pronósticos, sustituirá a EEUU como primera economía mundial antes de que el siglo encare su segunda parte. La visita del viceprimer ministro chino, Li Keqiang, ha despertado una expectación e ilusiones impropias de una visita institucional. Y eso que ni siquiera tiene la categoría de jefe de Estado o de Gobierno. Pero, por lo visto ayer, los mercados no se han tragado el cuento.

La promesa no concretada de que China comprará más deuda española y la cuantificación de los acuerdos suscritos en 5.564 millones de euros (de los que 5.418 millones son de la entrada de la petrolera Sinopec en la filial brasileña de Repsol, una operación del año pasado) no contribuyeron a salvar una sesión que pudo ser dramática.

Lo que sí quedó claro es que los problemas de la deuda pública estaban apaciguados en los últimos días, pero ni de lejos muertos. Los problemas de Portugal para colocar 500 millones en letras a seis meses (tuvo que pagar el 80% más que en su última emisión similar de septiembre) sembraron ayer de pesimismo los mercados europeos.

El miedo de los inversores a la renta variable, sin embargo, no se trasladó al mercado de la deuda pública. De hecho, la diferencia entre el bono español a diez años con el alemán de referencia continuó relajándose y bajó hasta los 236 puntos básicos. La prueba de que hay demanda, quién sabe si china...

Pero poco importa que echen una mano a la economía española, pues siempre hay alguien --casi siempre los mismos-- dispuestos a arrancarla de su hombro. La visita china "no es suficiente para sacar a España de la zanja", máxime cuando Li se va a ir "con poco más que una loncha de caro jamón ibérico bajo el brazo", atacó el Wall Street Journal .

Solo el buen dato adelantado de empleo en Estados Unidos logró que la sesión no se convirtiese en una sangría vendedora. El dato oficial de diciembre se conocerá el próximo lunes, pero la consultora APD publicó ayer su habitual encuesta, que arrojó la creación de 297.000 empleos, la mayor desde que comenzó a realizarla hace una década.

Gracias a este dato, que superó las expectativas del mercado, el Ibex 35, que en momentos llegó a perder el 2,9%, suavizó su caída hasta el 0,88% y los 9.801,4 puntos. Todos los grandes valores arrastraron al selectivo a su primera sesión negativa del año. Atención a la jornada de hoy, en que la bolsa abre pese a ser festivo, terreno abonado a vaivenes por la escasa actividad.