La bolsa española anotó ayer su quinto descenso consecutivo, esta vez con el argumento de una posible subida de tipos en EEUU. Esta expectativa también deprimió, y más, al resto de las bolsas de Europa. Wall Street abrió, asimismo, en negativo, aunque poco después cambió la tendencia con ayuda de las acciones de las firmas financieras y la moderación del petróleo.

El Ibex 35 retrocedió el 0,54% y perdió 68,709 puntos, para cerrar la sesión en 12.755,20 puntos. Pudo haber sido peor, porque en la mañana el recorte superó el 1,5%. Sin embargo, el avance de la banca, en especial del Santander, que mejoró más del 1,5%, logró tirar del índice. El BBVA avanzó el 0,30% y el Popular, el 0,42%.

Pese a todo, el selectivo español no logró salir de la zona de pérdidas. El sector de la construcción volvió a ser golpeado con fuerza. Sacyr Vallehermoso, ACS y Ferrovial sufrieron los mayores recortes, con retrocesos de entre el 4,85% y el 2,6%. Cintra se convirtió en el farolillo rojo, al bajar el 5,26%. De los grandes valores, Repsol perdió el 1,88%; Iberdrola, el 0,57%; y Telefónica, el 0,34%.

En el resto de Europa, no fue mejor. Milán cayó el 1,19%; Londres, el 0,86%; París, el 0,8%; y Fráncfort, el 0,65%. El precio del petróleo se desenvolvió en una jornada muy volátil. La reducción de la previsión de demanda mundial de crudo efectuada ayer por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ayudó al descenso del precio del Brent hasta 133 dólares, uno menos que en la apertura. Pero luego el precio del crudo repuntó, después de que los países no miembros de la OPEP anunciaran que reducirán su producción. La cotización del barril de Brent, en contratos para julio cerró a 133,35 dólares, tras haber oscilado entre los 137,74 y los 132,42 dólares. El barril de referencia americano, el West Texas, cerró a 135,52 dólares.

El euro bajó hasta los 1,5492 dólares, frente a los 1,5725 dólares del día anterior. El BCE fijó el cambio oficial en 1,5526 dólares.