Las bolsas iniciaron la sesión con ánimo vendedor. Y no hubo razones para modificarlo a lo largo del día. El comienzo de la presentación de resultados empresariales en Wall Street había dejado un regusto amargo entre los inversores la víspera. Al cierre de la Bolsa de Nueva York se conocieron las débiles cifras de Alcoa y del rival de Intel, Advanced Micro Devices. Ante la falta de referencias macroeconómicas de peso, los parquets europeos se vieron abocados a las pérdidas. En Europa, la empresa holandesa Tom Tom se encargó de generar más desconfianza al recortar sus previsiones de venta para este año. El desplome de su cotización contagió al sector tecnológico, uno de los peores del día.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) no contribuyó a poner paz con la alerta sobre nuevos peligros en los mercados financieros por la crisis crediticia. Pidió a las autoridades que actúen de inmediato para mitigar los riesgos de un ajuste más penoso. El débil comienzo de Wall Street ayer ensombreció aún más el panorama bursátil.

Así las cosas, el Ibex 35 fue el peor índice de Europa con un descenso mayor del 1,15% (13.759 puntos). Fráncfort se dejó el 0,72%; París, el 0,65% y Londres, el 0,41%. El mensaje de José Luis Rodríguez Zapatero sobre que la economía rueda cuesta abajo se tradujo en importantes descensos de los blue chips Telefónica y Santander. Con ellos cayó Sacyr Vallehermoso --hoy paga dividendo a cuenta del 2007--, y también Grífols. Pocos valores se mantuvieron a flote: Acerinox, Telecinco --que hoy celebra junta de accionistas--, y Enagás y REE, valores defensivos en tiempos de incertidumbre, fueron los pocos en cotizar al alza.

En el mercado continuo, Tecnocom se aprovechó de las buenas perspectivas de crecimiento para este año y el próximo, según explicó la propia compañía. En el lado contrario de la balanza se colocó Metrovacesa, penalizada más del 11% por un recorte sobre la recomendación que realiza UBS.