La Conferencia Sectorial de Agricultura aprobó ayer la regionalización de la Superficie de Base Nacional de Arroz (104.973 hectáreas), medida que fue valorada por Cataluña y la Comunidad Valenciana y rechazada por Extremadura, que anunció que buscará fórmulas para impugnar esta decisión.

El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, explicó que la regionalización se justifica por "los fuertes incrementos de cultivo de arroz en algunas comunidades autónomas, que estaban ocasionando penalizaciones muy importantes al resto". Agregó que el objetivo es que cada administración regional asuma el control de la expansión del cultivo de arroz en su territorio y evite penalizaciones a sus agricultores.

Por su parte, el consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Extremadura, José Luis Quintana, afirmó que "buscarán fórmulas para impugnar" esta decisión, ya que los productores extremeños sufrirán una penalización de casi el 25%, pues se asignan 20.486 hectáreas con derecho a ayuda, cuando la media de los últimos años oscilaba entre las 24.000 y 23.000 hectáreas.

"En arroz, Extremadura ha sufrido un duro golpe, ya que el reparto no se ha hecho con criterios objetivos, sino para beneficiar a Cataluña y Valencia", apostilló Quintana, quien también urgió al ministro a buscar una solución a la futura reforma del mercado común del tabaco, que tiene gran importancia.

El presidente del sector arrocero de la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (Unexca), Manuel Rodríguez, opinó ayer que la reforma es "desalentadora" y consideró que creará "grandes desequilibrios regionales" entre las que cuenten con un techo más adaptado a su realidad productiva y las que no.

A juicio de Rodríguez, esta distribución es "completamente denunciable" porque no tiene en cuenta las tres últimas campañas, sino que se aleja hasta 1995 obviando la realidad actual de cada región. El cultivo ocupa en la región 25.000 hectáreas.