El BBVA puso en marcha ayer la ampliación de su equipo directivo, que pasa de los 180 miembros que hasta ahora integraban la llamada alta dirección a 1.690 directivos en todo el mundo. Se trata de adaptar la gestión al nuevo modelo de banco. "No es una reorganización, ni una reestructuración. Ningún directivo cambia de puesto. Es un nuevo modelo de gestión, tendente a eliminar un tapón que había antes con esos 180 puestos de alta dirección", explicaron fuentes del banco.

Según el BBVA, el nuevo esquema supone un cambio conceptual de "gran calado", ya que se valoran las funciones y responsabilidades del puesto, no quien lo desempeña. El equipo directivo tendrá más incentivos, ya que además del sueldo y la bonificación, disfrutarán de un multiplicador de esa gratificación en función de los resultados. Sólo los 180 altos cargos del organigrama anterior gozaban de esta modalidad.