Aunque la bolsa abrió ayer con la vista puesta en que el Ibex 35 superara los 13.700 enteros, sucedió todo lo contrario y, en una sesión de nuevo afectada por los malos datos que provenían de EEUU, los inversores pudieron comprobar poco a poco como se perdía la cota de los 13.600 puntos. La caída fue del 0,99%. Wall Street abrió a la baja y pronto comenzó a caer el índice más importante, el Dow Jones de Industriales, que a media sesión tenía 27 de los 30 valores en rojo. De nada sirvió que algunas grandes compañías estadounidenses anunciaran resultados mejores de lo previsto, la Bolsa de Nueva York seguía de cerca la evolución del precio del barril de petróleo Texas que superó por primera vez los 119 dólares.

Este alza del primer producto energético y la nueva subida del euro hasta los 1,60 dólares arrastró a todas las bolsas europeas que también cerraron en negativo. Además pesan las declaraciones del gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, sobre la posibilidad de que el BCE suba los tipos de interés.

En España apenas si se movieron ayer 3.660 millones de euros. Todos los grandes valores acabaron a la baja comenzando por Iberdrola que se dejó un 1,78% y por su filial Iberdrola Renovables. También Telefónica, el BBVA, el Santander y Repsol sufrieron ligeras pérdidas.

Sin embargo, el peor comportamiento del Ibex 35 lo tuvo Iberia con un descenso del 4,85% afectada por un informe negativo que pasó por encima de los anuncios de aumento de dividendo. También Sacyr Vallehermoso, Index y Cintra bajaron más del 2,5%. En el lado contrario Grifols, Acerinox y Gamesa se salvaron de la quema y fueron las únicas del Ibex 35 que terminaron en positivo.

Fuera del índice, Colonial fue la gran protagonista al elevar su valor un 10%. El repunte sucedió al conocerse que las entidades acreedoras de los principales accionistas, Luis Portillo y Nozar, tomarán acciones de la compañía.