EL BANCO DE ESPAÑA intervino Caja Castilla La Mancha (CCM), entre otros motivos, porque su "deficiente" gestión socavó "de forma muy grave la solvencia y la viabilidad de la entidad". En especial, por su sobreexposición a la construcción. En su opinión, el consejo fue incapaz de reaccionar "cuando el deterioro ya era manifiesto".