El dato no ha caído del todo bien en una Alemania que estaba volviendo a acostumbrarse a las buenas noticias. El déficit presupuestario alemán alcanzó el 3,5% del producto interior bruto (PIB) en el primer trimestre del 2010, y todo apunta a que el Gobierno de Angela Merkel volverá este año a incumplir el pacto de estabilidad de la UE. Así lo comunicó ayer la Oficina Federal de Estadística de Alemania, con sede en Wiesbaden, que también dejó hueco al optimismo al confirmar el crecimiento del segundo trimestre: 2,2%.

"Las consecuencias de la crisis financiera y económica y de los programas estatales afectan ahora a los presupuestos del Estado", aseguraba ayer el informe de la oficina de Wiesbaden. Y es que el déficit alemán alcanzó los 42.800 millones de euros, duplicando así la cifra alcanzada en el mismo periodo del 2009, cuando se situó en los 18.700 millones. Alemania cerró el año pasado con un déficit del 3,1%, incumpliendo por poco los criterios de Maastricht que establecen el déficit máximo en el 3% y, a la luz de los resultados publicados ayer, el resultado del 2010 podría incumplir por mucho más el pacto de estabilidad llegando alcanzar una deuda del 4,5% para todo el año y que aún se mantendría en el 4% en el 2011.

A pesar de todo, la Oficina Federal de Estadística recordó ayer que el país está en proceso de recuperación y crecimiento, y los expertos mantienen la euforia por las revisiones al alza de las previsiones de crecimiento, que no bajan del 3% para el 2010.

La economía alemana celebraba ayer el aumento del consumo interno, que por primera vez en un año ha vuelto a contribuir al crecimiento del PIB. Aunque las exportaciones y las inversiones siguen siendo el motor del crecimiento, el aumento de la demanda interna del 0,6% mejora aún más las perspectivas del crecimiento.