Por segundo mes consecutivo, el déficit del Estado volvió a bajar en mayo. En los cinco primeros meses del año, el Estado registró un déficit de 18.818 millones de euros en términos de Contabilidad Nacional, lo que equivale al 1,79% del producto interior bruto (PIB). Este desequilibrio es el 5,7% inferior al del mismo periodo del año pasado, que fue de 19.949 millones, el 1,90% del PIB. Ello es consecuencia de que los recursos han mejorado el 15,6%, mientras que los gastos reconocidos lo han hecho el 9%.

En términos de caja, una metodología que toma en cuenta los ingresos y los pagos efectivamente realizados durante el periodo (no solo los compromisos), el déficit subió de 19.102 millones del año pasado a 22.878 millones. El pago adelantado de las transferencias a las comunidades autónomas y al Servicio Público de Empleo justifica buena parte de este incremento, que debería quedar contrarrestado en los próximos meses. En términos de caja, los ingresos del Estado han crecido el 12,3% y los gastos, el 14,5%.

El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, afirmó ayer que las previsiones del Ejecutivo se están cumpliendo. Ocaña destacó la importante recuperación de los ingresos impositivos, que han crecido el 7,4% (el 3,4% en términos homogéneos). Sobre todo, ha subido la recaudación por IVA (el 21,9%). La mejora del 3,6% del IRPF se explica por la supresión parcial de la deducción de los 400 euros y la subida al 19% del tipo de retención sobre las rentas el capital.

En el capítulo de gastos destaca el aumento del 26,5% en los pagos por intereses de la deuda pública, muy condicionado, según Hacienda, por el calendario de vencimientos de este ejercicio. Ocaña dijo que España "no debería tener problemas para colocar su deuda pública" dado el reconocimiento internacional hacia el plan de ajuste.