Después de tres años de superávit, las cuentas de las administraciones públicas españolas se saldaron en el 2008 con un déficit del 3,4% del producto interior bruto (PIB), que se ampliará hasta el 5,8% del PIB en el 2009, la tasa más alta que se ha registrado desde 1995.

El 2007 cerró con un deslumbrante excedente del 2,2% del PIB. Después de esto, y durante al menos cuatro años, las cuentas públicas tendrán un déficit que se mantendrá por encima del 3% del PIB que marca como tope el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Monetaria Europea. Por eso, lo más probable es que, en marzo, la Comisión Europea abra un expediente de déficit excesivo a España, admitió el vicepresidente económico, Pedro Solbes.

El titular de Economía reiteró su objetivo de situar el déficit español por debajo del 3% del PIB "lo antes posible". Si todo va según lo previsto por Solbes --y se logra reducir el déficit un punto cada año--, en el 2012 el desajuste podría quedar ya algo por debajo del 3%.

La deuda pública, que representó el 36,2% del PIB en el 2007, acabó el 2008 en el 39,5% y seguirá escalando hasta acercarse al 53,7% en el 2011 (17,5 puntos más que en el 2007). Según lo previsto, este indicador no romperá el tope del 60% que marca el Pacto de Estabilidad. Además, según Solbes, cuando se amortice la deuda emitida en apoyo de la financiación de bancos y cajas de ahorros, el ratio pegará un bajón.

INGRESOS Y GASTOS Si en el 2008 el déficit se debió, sobre todo, a la caída de los ingresos (que perdieron 4 puntos del PIB), en el año 2009, el empeoramiento de las cuentas será imputable en su totalidad al aumento de los gastos. En cuanto al superávit de la Seguridad Social, en el 2009, apenas alcanzará el 0,2% del PIB.