Delphi Automotive Systems España S.L. (DASE), cuyas operaciones se centran en la planta de componentes de automoción de Puerto Real (Cádiz), presentó hoy la solicitud para ser declarada en concurso bajo la Ley de Insolvencia española ante el "deterioro de su situación patrimonial". La empresa, que asegura haber informado de este hecho a las autoridades competentes, sindicatos y demás partes implicadas, explica a través de un comunicado que esta decisión se ha tomado, además de por la situación patrimonial, ante "la imposibilidad de iniciar conversaciones sobre los asuntos relacionados con el cierre".

Según Delphi, el Concurso proporcionará un proceso global de resolución de acuerdo con la Ley Concursal española, con la supervisión de un juez e interventores designados por el mismo, que velarán por los intereses legales de empleados, proveedores y cualquier otra parte afectada por el cierre. Antes de presentar su solicitud para ser declarada en Concurso, DASE asegura que ha obtenido el compromiso de DASHI de proporcionar fondos adicionales a DASE con el propósito de abonar las indemnizaciones a las que los trabajadores de la planta de Puerto Real (Cádiz) "tienen legalmente derecho". DASE es filial de Delphi Automotive Systems (Holding), Inc. (DASHI), compañía que engloba la mayor parte de las operaciones globales fuera de los Estados Unidos. Dado que los activos de DASE se limitan a la planta de Puerto Real (Cádiz), no se va a presentar ninguna solicitud relacionada con procedimientos por insolvencia fuera de España.

Actualmente DASHI es un deudor-en-posesión (debtor-in-posesion) que opera en situación de reorganización, bajo el capítulo 11, presentada en Estados Unidos en octubre de 2005. Según la multinacional, el cierre de la planta de Puerto Real (Cádiz) concuerda con el plan de transformación anunciado en marzo de 2006, dentro del cual Delphi pretende centrarse sólo en líneas de producto estratégico en las que la compañía tiene ventajas competitivas y tecnológicas significativas, y vender o cerrar las líneas de producto no esenciales como son las de direcciones, suspensiones y rodamientos, productos elaborados en la planta de Puerto Real (Cádiz).

Argumentan que "debido a los más de 150 millones de euros en pérdidas acumulados en los últimos cinco años y a la incapacidad de asegurar nuevo negocio como resultado de los altos costes operacionales, la planta de Cádiz no está incluida en la propuesta de compra mundial del negocio de direcciones, por lo cual no queda otra alternativa que su cierre".