La empresa fabricante de componentes de automóviles Delphi Automotive Systems se comprometió a garantizar la viabilidad de la planta de Puerto Real (Cádiz) y su plantilla si la Junta de Andalucía le concedía una nueva subvención de 8,3 millones de euros. En los últimos 10 años, Delphi ha logrado ayudas públicas por valor de 61,96 millones.

Hasta ahora, el Gobierno de Andalucía se había esforzado por mantener la planta y sus 1.600 trabajadores. Delphi recibió subvenciones del Estado y de la Unión Europea tramitadas a través de la Junta mucho antes de que la multinacional norteamericana entrara en crisis. También recibió subvenciones para otras factorías situadas en Barcelona, Pamplona y Zaragoza.

Ahora, de nuevo, el Gobierno de Chávez estaba intentando satisfacer la nueva petición de ayudas de la empresa a cambio de que no cerrara la fábrica, algo que al final ha sucedido. El consejero de Empleo de la Junta, Antonio Hernández, evitó dar cifras, aunque destacó que la Administración comprobará si se han incumplido las condiciones impuestas para conceder esos incentivos, vinculados a la creación y mantenimiento de empleo. Asimismo, reconoció que en el 2007 "cumplía condiciones" para que se le hubiera concedido una nueva subvención.

Hernández dijo que la multinacional aún no había comunicado formalmente la decisión de cierre, aunque Delphi comunicó hace poco una regulación de 150 empleos, y señaló que, en cumplimiento del Estatuto de los Trabajadores, si la empresa pretende rescindir los contratos, "primero ha de plantear un Expediente de Regulación de Empleo y un plan social".

Reunión con todos Además, el responsable andaluz de empleo anunció que en los próximos días mantendrá una reunión con todas las partes implicadas para "intentar un acuerdo y salvar el empleo de la factoría".

Por su parte, los trabajadores mantienen la "huelga a la japonesa" que iniciaron al conocer la noticia. El comité de empresa decidió ayer cumplir el horario, pero sin servir los pedidos a los clientes como medida de presión. Este fin de semana los trabajadores paralizarán la producción aunque mantendrán un retén para no dejar vacías las instalaciones. Asimismo, las madres y esposas de los trabajadores protagonizaron ayer una cacerolada para protestar por el cierre y el impacto del cierre en los comercios de la Bahía de Cádiz.