La debacle de Lehman Brothers no va a provocar la quiebra de ninguna gran entidad europea, y mucho menos una crisis de su sistema financiero, según defienden las autoridades y expertos del continente. Pero eso no quiere decir que no vaya a tener un impacto severo. Bancos y aseguradoras europeos han reconocido ya que la quiebra del cuarto banco de inversión del mundo les puede llegar a costar más de 4.186,4 millones de euros. Y puede no ser todo, ya que el mercado sospecha que todavía quedan más pérdidas escondidas bajo las alfombras.

En los tres días transcurridos desde la bancarrota, son ya 14 las grandes entidades europeas --la mayoría francesas, belgas y holandesas-- que han admitido públicamente el quebranto.

Los bancos que han reconocido estar expuestos son Fortis (500 millones), Dexia (500), Société Générale (479), BNP Paribas (400), Münchener Rück (350), Crédit Agricole (250), KBC (230), UBS (212), Natixis (109) y Swiss Re (50). ING ha sido la más transparente, al admitir que tiene un riesgo de 200 millones y que prevé pérdidas de 100 millones.

En cuanto a las aseguradoras, Aviva ha reconocido una exposición de 339,4 millones, frente a los 300 millones de AXA y los 265 millones de Aegon. Pese a todo, la agencia de calificación Standard & Poor´s ha defendido que el impacto de la caída de Lehman sobre la banca europea será "moderada y manejable".

CRISIS CON REPLICAS Los cimientos de Wall Street siguen sufriendo las réplicas del terremoto financiero del lunes. Apenas dos días después de que Lehman Brothers se declarase en quiebra y de que Merrill Lynch acordase su venta a Bank of America, Morgan Stanley --el segundo mayor banco de inversión estadounidense y el único que sobrevive como independiente, junto a Goldman Sachs-- se desplomó ayer en bolsa y llegó a perder más del 40%.

Paradójicamente, la entidad había presentado la madrugada del martes al miércoles, hora española, unos resultados mucho más positivos de lo esperado. El banco ha ganado en los 9 primeros meses del año 2.815 millones de euros, un 41% menos que en el mismo periodo del año pasado. Los datos no son tan malos si se tiene en cuenta que Lehman y Merrill llevan todo el año dando unas pérdidas multimillonarias.

Los inversores, sin embargo, ya no se fían de que las cuentas reflejen la realidad y la penalizaron con fuerza. Además, corrió el rumor de que buscaba comprador. La información fue desmentida. Tanto Morgan Stanley como Goldman Sachs (que perdió más de un 24% en bolsa) defendieron ayer que la fortaleza de sus balances les permitirá seguir caminando solas. Pero cada vez más analistas afirman que su modelo de negocio está agotado con los mercados financieros cerrados. En su opinión, su única salida es fusionarse con un gran banco que done capital.