El local que abandonó una antigua óptica en la Quinta Avenida de Nueva York se ha convertido en el trampolín para otro salto en la expansión de Desigual. La compañía con sede en Barcelona acaba de abrir una tienda en plena milla de oro, con la que quiere codearse con algunos de los emblemas del lujo y con los gigantes de la industria textil con su establecimiento número 380 en todo el mundo.

La apuesta le saldrá cara a Desigual, que ha tenido que invertir un millón de dólares (unos 750.000 euros) por reformar el local, sin contar el alquiler que tiene que pagar por 260 metros cuadrados a un precio que multiplica por cinco el que paga la marca en el paseo de Gràcia de Barcelona.

El órdago al mercado de la moda de EEUU va acompañado de varios cientos de miles de euros invertidos para desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York, su primera cita internacional de primera división. «Es nuestra tienda más cara del mundo y por eso tenemos que ser muy eficientes para generar recursos que la hagan rentable. Es un gran reto», dice Manel Jadraque, director general de Desigual. Sin embargo admite que la apreciación del euro frente al dólar hizo algo más llevadera la inversión.

A poca distancia de la nueva tienda de la Quinta Avenida se encuentran gigantes como Zara, Gap y H&M, e iconos del glamour de Manhattan como Tiffany. Aunque otras marcas han tenido que retirarse de la avenida comercial más selecta al no poder asumir unos alquileres estratosféricos, Jadraque es optimista y considera que en el primer año rentabilizarán la inversión.

El mercado de EEUU, donde tiene 14 tiendas (5 en Nueva York), sumó 60 millones de facturación en el 2012, lo que supone el 7% de todos los ingresos, y seguirá creciendo consolidándose como el quinto mercado mundial de la marca. En el 2013, en que Desigual prevé facturar un 20% más en todo el mundo y alcanzar los 820 millones, los ingresos de la firma en EEUU crecerán hasta el 40% gracias a la apertura de siete tiendas y al aumento de la cuota de mercado.

Para lograrlo, la marca se promociona en Nueva York con el lema Una forma española atípica de vestir pintado en la fachada de su nuevo establecimiento y amplía su colección con ropa «más tranquila» junto a la habitual de colores y estampados llamativos.

El desembarco de Desigual en Nueva York iniciado hace cuatro años tras una exploración de Jadraque -«llegué con un maletín y un móvil para ver qué hacíamos»-no solo cuenta con las tiendas, sino con oficinas y logística propias. En total, la compañía da trabajo a unas 200 personas en EEUU.