El éxito del coche eléctrico estará, en una primera fase, en manos de las administraciones públicas y las empresas privadas. Hasta que el consumidor particular se convenza de las ventajas de los nuevos vehículos pese a tener un precio superior, las administraciones actuarán de motores de la revolución del mercado automovilístico al impulsar a las empresas a renovar sus flotas con coches eléctricos con subvenciones que pueden llegar hasta los 7.000 euros.

A juzgar por las escasas ventas en el conjunto de España de coches híbridos (que combinan un motor eléctrico con otro de gasolina o diésel), los turismos 100% eléctricos tardarán bastante en ganar cuota de mercado. En el 2009, se vendieron 3.095 Prius de Toyota y 635 Insight de Honda, los dos modelos híbridos más comercializados.

En la primera fase de despegue de los coches eléctricos tendrán un papel fundamental las grandes empresas de flotas y renting. Avis anunció ayer que incorporará coches eléctricos de Renault a su oferta de alquiler a partir del 2011 aprovechando la sensibilidad generado por el cambio climático. Para Renault, será una forma de que los clientes puedan "experimentar con esta nueva tecnología y aprender acerca de los beneficios ambientales de los vehículos eléctricos", según destacó el vicepresidente Uwe Hochgeschurtz.

INICIATIVAS PUBLICAS Para pasar de los estudios de mercado a las matriculaciones reales, algunas administraciones han tomado la iniciativa para acelerar la introducción de la nueva tecnología en la sociedad. Un ejemplo es el Ayuntamiento de Barcelona, que obliga a las nuevas contratas a disponer de un mínimo de un 30% de vehículos eléctricos para cubrir servicios municipales.

Los resultados prácticos de esa exigencia ya se ven en la calle. La empresa Citelum Ibérica utiliza ya cuatro vehículos con baterías, adquiridos a través de la multinacional de renting ADL Automotive, para el servicio de mantenimiento del alumbrado de Barcelona. En la limpieza, FCC asegura que cuenta con un 40% de su flota con tracción eléctrica a través de híbridos y eléctricos.

El impulso del consistorio barcelonés para que madure el mercado irá acompañado de un 75% de bonificación en el impuesto anual de circulación, zona verde gratuita, peajes blandos, posibilidad de utilizar los carriles de alta ocupación y una prueba piloto para usuarios particulares, según explicó ayer Ramon Prunera, coordinador del proyecto Live de Barcelona, en un encuentro sobre los nuevos vehículos sin emisiones de gases.