El director de Operaciones de la firma de inversión de Bernard Madoff, Daniel Bonventre, ha sido detenido hoy en su casa de Nueva York, acusado de varios delitos cometidos cuando trabajaba para el exfinanciero neoyorquino, quien cumple 150 años de prisión por orquestar una de las mayores estafas de la historia.La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York ha detallado que agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) han detenido Daniel Bonventre por ocho delitos relacionados con conspiración, fraude con valores, falsificación fiscal y contable, y suministro de información falsa a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC).

En conjunto, los delitos que se le imputan a este hombre de 63 años podrían conllevar una pena de hasta 77 años de prisión en caso de que se le hallara culpable.

Asientos contables falsos

Al anunciar la detención, el fiscal Preet Bharara ha declarado que, "como director de Operaciones de Madoff, Bonventre supuestamente creó asientos contables falsos que durante años ocultaron eficientemente el ruinoso estado de una firma de inversión fundada en el fraude".

Bonventre empezó a trabajar para Madoff en 1968 y, al menos desde 1978, fue el encargado de supervisar la elaboración de documentos contables y financieros de BLMIS, la firma de inversión con la que se mantuvo durante dos décadas un estructura piramidal fraudulenta (un esquema Ponzi) con la que se estafaron miles de millones de dólares. Según esta estructura, los nuevos inversores que aportan sus ahorros son los que financian las plusvalías del resto, hasta que la interrupción de nuevas inversiones colapsa el sistema.Según la fiscalía, Bonventre registró "entradas falsas en los libros de contabilidad general que encubrían las discrepancias entre las operaciones de asesoría financiera y ocultaban la relevancia de las deudas financieras de BLMIS".

Operaciones bursátiles propias

Por ejemplo, entre 1997 y el 2008 más de 750 millones de dólares de fondos de inversión confiados a la firma de Madoff fueron utilizados, según los investigadores, para realizar operaciones bursátiles pero no en nombre sus clientes, sin que los libros de la compañía así lo reflejaran.

Cuando entre noviembre de 2005 y junio de 2006 la firma de Madoff tuvo un problema de liquidez porque los inversores querían retirar sus fondos, BLMIS tendría que haber vendido las acciones que se suponía que había comprado en nombre de ellos. No pudo hacerlo porque en realidad no hizo tales inversiones, según la fiscalía. Bonventre tuvo que pedir préstamos bancarios por importe de 145 millones de dólares y para ello utilizó como garantía bonos de un cliente por valor de 154 millones.