El Deutsche Bank registró el año pasado un beneficio neto de 397 millones de euros (66.055 millones de pesetas), el 137,7% más que el año anterior. El beneficio antes de impuestos fue de 3.549 millones de euros, casi el doble que en el ejercicio anterior. La venta de activos y el recorte de gastos propiciaron la recuperación de los resultados del primer grupo bancario europeo y uno de los mayores del mundo. Y ello pese a que en el cuarto trimestre del 2002 sufrió una pérdida neta de 105 millones de euros debida al aumento de los saneamientos.

La entidad ha emprendido un ajuste de 14.500 empleos y vendió activos por unos 7.870 millones de euros en el 2002, el que ha sido el peor año para la banca alemana desde la segunda guerra mundial.