Un nuevo escándalo sacude el mundo empresarial alemán. El gigante Deutsche Telekom espió durante más de un año, "entre el 2005 y el 2006", a miembros de su directiva y su consejo de vigilancia y a varios periodistas económicos. Así lo confirmó ayer en un comunicado el máximo responsable de la compañía, René Obermann, quien ratificaba una información publicada por el semanario Der Spiegel.

El objetivo de la empresa era descubrir a trabajadores que filtraran información confidencial a los medios; y para ello interceptó registros telefónicos que luego pasaban a una consultoría para que los analizara y comparara con números de periodistas.

Es precisamente un fax de esta consultoría lo que levantó las sospechas y propició el comienzo de investigaciones internas en Deutsche Telekom hace unas semanas. Ahora Spiegel habría tenido acceso a este documento en el que se citan las operaciones Clipper y Rheingold que se definen como: "el análisis de varios cientos de miles de registros telefónicos de redes fijas y móviles de periodistas que informan sobre Deutsche Telekom y sus personas de contacto".

En el documento se asegura que se llegó a "infiltrar un topo" en la oficina de un importante periodista económico que habría informado durante meses "directamente al departamento de seguridad del consorcio".

GRAN CONMOCION El presidente de la compañía, René Obermann, declaró ayer estar "profundamente conmocionado" por el caso. Obermann, que asumió la presidencia de la compañía en noviembre del 2006, aseguró que ya ha solicitado la intervención de la Fiscalía de Bonn para que inicie un proceso de investigación. Asimismo, Obermann ha contratado los servicios de un despacho de abogados para que lleve a cabo una investigación independiente.

Según la empresa, el departamento de seguridad de la compañía al que hace referencia el documento fue totalmente transformado en el 2007, después de que se conociese y aclarase un caso aislado de espionaje, y ahora funciona con mecanismos totalmente distintos.