Cuando Oxfam decidió hace 7 años lanzar un fondo para invertir en empresas sociales algo se movió en el mundo del dinero. "En lugar de dar dinero para comida lo buscó para promover que se llevaran a cabo proyectos agrícolas. No les das dinero para comprar tomates sino para que creen una empresa que los plante y recolecte", explica Luisa Alemany, directora de Esade Entrepreneurship Institute y de la Escuela de 'Business Angels' de la misma esucela de negocios.

Grandes familias, a través de fundaciones o 'family offices' yfundaciones de empresas optaron por destinar parte de losbeneficios que obtienen en los negocios tradicionales en este tipo de proyectos, como una especia de compensación o retrono a la sociedad de parte de lo que obtienen de ella. "¿Es una moda? Quizás, pero hay que aprovechar que los recursos se destinan a hacer el bien", afirma Alemany.

Durante una conferencia que ha pronunciado en el marco de los 'Esmorzars de Finançament' organizados por Acció, la experta de Esade ha asegurado que en la actualidad "hay más dinero que empresas sociales", es decir, más oferta dispuesta a invertir en este tipo de proyectos.

Hay, por tanto, mucho campo que recorrer. En Europa, ha explicado, este tipo de empresas recibieron 687 millones de euros en el 2013 (los últimos datos disponibles).

SOSTENIBILIDAD FINANCIERA

En cualquier caso, un elemento esencial es que este tipo de proyectos han de tener "sostenibilidad financiera". Es decir, "pueden y deben tener beneficios" porque cuanto mayores sean estos más impacto social tendrán.

De hecho, desde hace unos años aplican los criterios de gestión de los fondos de capital riesgo, pero con el objetivo de priorizar el retorno social por encima de la maximización de beneficios.

La mayoría de empresarios sociales se centran en proyectos destinados a desarrollo, educación, saalud, empleo y energía y medioambiente.

Alemany advierte de que no es lo mismo la empresa que prioriza el retorno social que la socialmente responsable como, por ejemplo, una dedicada a las energías renovables. "Que sea socialmente responsable no quiere decir que sea social", especifica.

La esencia de la empresa social no es perder dinero sino ganarlo para hacer inversiones con impacto positivo en la sociedad. Por eso uno de los retos y objetivos de los fondos especializados es combinar "la ambición" de quien está capacitado para la gestión con quienes tienen una "visión" o les guía la filantropía, ya que suelen ser proyecto de una sola persona. Y así hacer que el dinero tenga corazón.