El director general del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Antonio Carrascosa, ha advertido hoy de que "todavía queda terreno que avanzar en el desapalancamiento o en la reducción de deuda del sector privado" porque la deuda "baja poco" y tampoco crece la economía.

Así lo ha afirmado Carrascosa en la clausura del Foro de Financiación y Desarrollo Empresarial, organizado en Feria Valencia por PwC y APD dentro del Foro Internacional de Productos y Servicios Financieros (Forinvest).

Carrascosa ha asegurado al inicio de su intervención que iba a centrarse en hablar del crédito bancario y la reestructuración del sector y no de otros temas que seguro que en la Comunidad Valenciana "interesan más".

En este sentido, ha señalado que la ratio de apalancamiento (endeudamiento) de la economía española se sitúa un 50 % por encima de lo que se considera sostenible a largo plazo, y ha afirmado que "el escenario ideal" sería que en los próximos trimestres se empezara a "atender la demanda solvente de nuevo crédito" y se redujera el endeudamiento.

Carrascosa ha explicado que España partía de una situación de sobreendeudamiento, ya que en 2008, pico de la "burbuja inmobiliaria", la relación entre el crédito y el PIB era un 55 % por encima de la tendencia, y la deuda familiar en el período 2001-2007 había aumentado un 170 %.

Ese exceso de deuda, ha dicho, afecta al sector bancario y provoca "tensiones financieras que afectan a la oferta de crédito", algo que "puede mejorar" con la reestructuración del sector financiero, pero ha considerado que queda "un factor fundamental para desatascar el crédito", que es la demanda.

Para que ésta se estimule, ha dicho, es fundamental "empezar a crecer" y ha considerado que las reformas estructurales "deberían facilitar la transferencia de recursos de sectores con poco futuro a sectores con futuro" y permitir aumentar la capacidad productiva de la economía española.

Para el director general del FROB, todas las entidades financieras son conscientes de que la reestructuración debe afectar "a todo el sector bancario" y de que ésta es "una obligación que deben aceptar todas".

Tras realizar un resumen del proceso de reestructuración, ha señalado que "todavía queda terreno por avanzar", ya que la reducción de la deuda se ve dificultada por la evolución del mercado inmobiliario, donde la caída de precios es más lenta que en otras economías, y a los bajos tipos de interés.

Además, ha destacado, "tenemos el problema de que no crece la economía" y por lo tanto, "la relación deuda-PIB o renta bruta disponible tiende incluso a empeorar con la recesión" mientras el crédito, ha añadido, responde "lentamente".