El Gobierno ha aparcado de forma indefinida la creación una Agencia de Infraestructuras, cuyo objetivo sería buscar financiación alternativa, fuera del presupuesto del Estado, para pagar una fuerte inversión en carreteras. El presupuesto del Estado prevé invertir en carreteras 2.981,21 millones, el 7,4% más que en el 2004. Un sector del Gobierno defiende que toda inversión adicional sea financiada mediante concesiones de peajes. Las discrepancias han obligado a aparcar la agencia y a buscar alternativas de pago aplazado, ensayadas por el Partido Popular.

Gran parte de la inversión del 2005 se financiará con cargo al capítulo octavo de los presupuestos, de activos financieros, que no computa como déficit público y que incluye la concesión de préstamos a organismos autónomos y sector privado. Esta práctica, utilizada por el PP, fue muy criticada por la entonces oposición socialista.