Los últimos datos sobre la mejora de la confianza de los consumidores en EEUU frenaron el imparable ascenso de la cotización del euro frente al dólar. La moneda europea, no obstante, volvió a tocar en la jornada de ayer un nuevo récord, al llegar a los 1,3644 dólares. También el cambio oficial, que fija el Banco Central Europeo (BCE), registró un máximo en 1,3633 dólares.

La moneda única entró la semana pasada en una espiral alcista después de que el ministro de Economía holandés, Gerrit Zalm, manifestara que los actuales niveles de cambio son razonables, lo que aleja la posibilidad de una intervención en los mercados por parte del BCE.

SIN INTERVENCION Tampoco las autoridades estadounidenses son partidarias de intervenir para frenar la debilidad de su moneda, ya que contribuye a incrementar las exportaciones y frenar el déficit por cuenta corriente de EEUU. Ante esta situación, cada vez más expertos consideran que el cambio del euro puede alcanzar los 1,40 en breve.

Ayer, la tendencia de los mercados fue idéntica a la de jornadas anteriores, hasta que se dio a conocer el índice de confianza de los consumidores de EEUU en diciembre, que alcanzó el nivel de 102,3 puntos, frente a los 94,6 de noviembre. Es la cota más elevada en cinco meses.

El dato no refleja de forma definitiva un fortalecimiento de la economía norteamericana. El reducido volumen de negocio que se registra en los mercados como consecuencia de las fiestas navideñas --Londres no abrió sus puertas ayer-- permitió que los movimientos fueran bruscos al alza o a la baja.

Algunos expertos coinciden en que el euro no puede ser la válvula de escape de las tensiones de las divisas indefinidamente, y que las monedas asiáticas, principalmente el yen japonés y el yuan chino, tienen que empezar a reflejar las mejores expectativas de sus economías.

En lo que va de año, y principalmente en el último tercio, el euro se ha revalorizado casi un 8% frente al dólar. La tendencia no será fácil de corregir inmediatamente, pues los movimientos de las divisas suelen ser muy prolongados en el tiempo.