La bolsa española vivió ayer una nueva jornada negativa, con una penalización que llegó en algunos momentos de la sesión a superar el 3%, después de haber cedido más del 5% el día anterior.

Mientras el ataque especulativo continúa, la pregunta que la mayoría se hace es ¿hasta dónde puede llegar la caída? ¿Dónde está el suelo? El día se saldó ayer con un retroceso del Ibex 35 del 2,27%, que lo llevó a situarse en un nuevo mínimo anual.

Como resultado de esa pérdida, de 223,90 puntos, el principal indicador de la renta variable española cerró en 9.635,20 puntos y con un inusual volumen de negocio cercano a los 10.000 millones de euros.

La desconfianza de los inversores volvió a imponerse con el predominio de las ventas. La agencia de calificación crediticia Moody´s aportó además su granito de arena al anunciar que ponía en revisión la deuda de Portugal. Con el retroceso de ayer, la bolsa española acumula ya una caída del 19,3% en lo que va de año.

Los principales índices europeos también vivieron una jornada en rojo, aunque en un grado menor que en España, mientras el euro llegó a situarse en el nivel de los 1,28 dólares

Todos los grandes valores del Ibex bajaron: el BBVA, el 3,65%; Iberdrola, el 2,52%; el Banco Santander, el 2,5%; Repsol, el 2,36%, y Telefónica, el 1,74%.

El Banco Popular lideró los descensos del índice español, con el 4,91%, afectado por sus inversiones en Portugal; seguido de Banesto, que cayó el 3,73%, y del BBVA; en tanto que Ferrovial bajó el 3,61%; Acerinox, el 3,5%, y Bankinter, el 3,36%. De los cuatro valores del Ibex que registraron ganancias destacó la subida del 3,16% de Grífols, mientras que Telecinco subió el 2,59% por buenas previsiones de resultados; ArcelorMittal, el 0,92%, y Mapfre, el 0,09%.

En el mercado continuo destacó la caída del 10,13% de Sotogrande, mientras CVNE presidió las ganancias con un alza del 7,42%.