El Ibex 35 cerró ayer otro trimestre de fuertes alzas, pese a que sube menos que el periodo anterior, ante el temor de algunos inversores a que la mejora que apunta la economía no justifique los ascensos. El balance desde principios de junio se cierra con un alza del 20,1%, algo por debajo del 25,24% del trimestre anterior.

Ayer el mercado no contribuyó a esa evolución, pues se produjo un ligero recorte del 0,82%, hasta los 11.756 puntos. El selectivo español no había registrado en su historia dos cierres trimestrales consecutivos por encima del 20% de rentabilidad. La última sesión del mes de septiembre cerró a la baja ante los datos macroeconómicos procedentes de Estados Unidos que apuntan a una recuperación económica lenta.

Ni el dato de empleo privado de la ADP, que mostró una destrucción de puestos de trabajo por encima de lo esperado y adelanta un mal registro de paro oficial, ni la cifra del ISM de Chicago, que cayó por debajo del umbral que implica crecimiento (50 puntos básicos), permitieron una nueva dosis de optimismo entre los inversores. Las bolsas, no obstante, sí tuvieron alguna noticia positiva, pero fue por la mañana, cuando Alemania publicó un inesperado descenso en la tasa de desempleo y el Reino Unido anunció una subida de la confianza de los consumidores también mejor de la esperada.

Los datos sirvieron para ahondar la debilidad del dólar, que cerró en las 1,4626 unidades frente al euro. Mención aparte merece el petróleo: el contrato de Brent de próximo vencimiento subió hasta los 66,3 dólares. La caída inesperada de las reservas de gasolina hace pensar en un previsible repunte de la demanda. En la bolsa española, el valor del día fue Iberia, que subió más del 5% por la posibilidad de que su fusión con British Airways se acelere. Otros títulos alcistas fueron Gas Natural (2,1%), y el Banco Sabadell, que se revalorizó más del 1,5%. El BBVA bajó algo menos del 2%, ante la salida del consejero delegado.