El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha afirmado hoy que la Eurozona "va por buen camino" con el nuevo control externo sobre los presupuestos nacionales que los 17 países del euro prevén asumir. "Una política presupuestaria conjunta y creíble surtirá efecto en los mercados", ha señalado Draghi en su primer debate ante el Parlamento Europeo desde que asumió el cargo en sustitución de Jean-Claude Trichet. En la cumbre del 9 de diciembre los Veintisiete estudiarán un proyecto de reglamento presentado hace una semana por la Comisión Europea para crear un nuevo concepto de marco presupuestario que permita a Bruselas evaluar las cuentas de los países antes incluso que los parlamentos nacionales y pedir una revisión o una reelaboración parcial e incluso completa del proyecto.

También Francia y Alemania, además del presidente del Consejo Europeo harán propuestas al respecto, que pueden pasar incluso por la suspensión del derecho de voto para los países incumplidores y de los fondos estructurales o por una denuncia ante el Tribunal Europeo de Justicia, si Berlín consigue imponer su criterio. "Europa necesita dar una señal fuerte de credibilidad a largo plazo a los mercados", ha reiterado hasta dos veces el ex presidente del Banco de Italia. Sobre el cambio de Tratado que conllevarían nuevas medidas de gobierno económico conjunto como el nuevo marco presupuestario, ha restado importancia a la fórmula y ha apuntado que los ciudadanos de la UE "esperan que sobre todo se actúe con determinación y rapidez ante la crisis".

Draghi ha llamado así a los líderes europeos a aceptar "un nuevo juego de instituciones y reglas que esté a la altura de la nueva unión monetaria y económica" para los países del euro. Draghi ha intervenido en el pleno del PE coincidiendo con la presentación del informe sobre la actividad del BCE elaborado por el eurodiputado de CiU Ramon Tremosa. El europarlamentario catalán ha defendido el papel del BCE en los últimos tiempos pero ha pedido un nuevo ministerio europeo así como la obligación para el BCE de hacer públicas sus actas a imagen y semejanza de la Reserva Federal en EEUU.