El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha afirmado que no prevé "grandes desastres" en el examen sobre la calidad de los activos de la banca europea que realizará el año próximo, tras el proceso de saneamiento y recapitalización realizado en los últimos años. No obstante, Draghi ha advertido que el examen a la banca será "riguroso" y que "es muy difícil anticipar en este momento que puede ocurrir con los bancos individuales" y si alguna entidad española requerirá más inyecciones de capital.

El consejo de gobierno del BCE ha decidido mantener el tipo de interés básico de la eurozona sin cambios en su actual mínimo histórico de 0,5% al haberse iniciado la recuperación económica. Sin embargo, Draghi ha reconocido que la actual recuperación es todavía "débil, frágil e incierta". El BCE ha reiterado su estrategia de "mantener los tipos de interés a su nivel actual o más bajo por un prolongado periodo de tiempo" y ha prometido que mantendrá una política monetaria acomodaticia "el tiempo que sea necesario" para consolidar la recuperación.

El BCE ha vuelto a reiterar su disposición a "actuar si es necesario" para efectuar nuevos préstamos masivos a largo plazo a los bancos para mantener bajos los tipos en el mercado monetario y que "no está excluida ninguna opción". El BCE quiere "evitar cualquier incidente de liquidez" desde ahora hasta que la recuperación se haya consolidado, ha preciado Draghi. Pero ha subrayado a continuación que "la liquidez no puede sustituir a la falta de capital en los bancos".

La restricción del crédito sigue siendo un grave problema en numerosos países de la eurozona, ha reconocido Draghi, aunque se ha mostrado confiado en que el crédito se haya reactivado para mediados del año próximo. Draghi ha instado a los gobiernos de la eurozona a mantener sus esfuerzos de ajuste presupuestario y de reducción del déficit público y a proseguir las reformas económicas y laborales. "Los mercados esperan estabilidad y reformas", ha insistido Draghi.