"Existe el riesgo de que empeoren las perspectivas económicas de la zona euro", manifestó ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, ante el Parlamento Europeo. Precisó, sin embargo, que es previsible que el grado elevado de incertidumbre que prevalece por el clima de guerra, "disminuirá" a medida que avance el año. Duisenberg afirmó que en la situación actual es muy difícil, "si no imposible", tener una idea clara del impacto de los acontecimientos geopolíticos en la economía mundial.

Pese a ello, consideró precipitado hablar de una relajación del rigor presupuestario en la UE por el riesgo de una guerra, ya que aunque está claro que ésta tendría consecuencias sobre la economía europea y el gasto público en particular, no debe cuestionarse el pacto de estabilidad. "Es demasiado pronto para utilizar las incertidumbres de una guerra para poner en cuestión el pacto", afirmó.

IMPACTO EN LOS PRECIOS

Admitió que la guerra tendría un impacto sobre los precios del petróleo, pero "habrá que ver si tendría consecuencias a largo plazo sobre los precios en general y la inflación". Las consecuencias sobre el gasto público, dice, serían que los gobiernos reorganizarían "las prioridades del gasto".