El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, no abandonará el cargo al frente de la institución monetaria de la Unión Europea en el próximo mes de julio si para entonces todavía no se ha nombrado un sucesor para el puesto. Duisenberg, de 67 años, anunció en febrero pasado que anticiparía el retiro al 9 de julio del 2003, fecha de su próximo cumpleaños, tres años antes del fin de su mandato.

Si por esas fechas aún no se ha encontrado un sucesor "no me iré", declaró ayer a la televisión pública holandesa. Añadió que, en ese caso, sus funciones serían prolongadas "por un periodo muy corto". El banquero además precisó: "En mi carta de dimisión, he escrito que quiero retirarme el 9 de julio del 2003 o en una fecha posterior en interés de la transición en la dirección del Banco Central Europeo".

CANDIDATO FAVORITO

El principal candidato para la sucesión de Duisenberg, el gobernador del Banco de Francia, JeanClaude Trichet, todavía está siendo investigado por la justicia francesa por complicidad en la difusión de información falsa y presentar balances inexactos en el caso que afecta al antiguo banco público Crédit Lyonnaise. Trichet debe comparecer ante la justicia el próximo 6 de enero.

Aunque un reciente informe pericial sobre el Crédit Lyonnais ha abierto nuevas incertidumbres en el proceso judicial, fuentes oficiales indicaron el pasado 5 de diciembre que el gobernador del Banco de Francia podrá ser candidato a la presidencia de la entidad europea "incluso si el proceso sobre las cuentas de Crédit Lyonnais se retrasa".

El actual presidente de la autoridad monetaria europea rechazó comentar la situación --que tildó de "desafortunada"-- de Jean- Claude Trichet, aunque subrayó que era preferible que su sucesor potencial no tuviera que afrontar una investigación de la justicia.

El anuncio de Duisenberg contrasta con la decisión con la que anunció su retirada hace ahora casi un año. De esa forma, cumplía con el pacto no escrito establecido con su nombramiento por el que compartiría su mandato con el candidato francés. París se resistía al excesivo protagonismo económico de Alemania --Duisenberg fue su candidato-- y exigió compartir la presidencia del Banco Central Europeo.

UN AÑO DE ANTELACION

Con arreglo a ese pacto y al propósito de poner fin a las especulaciones sobre su permanencia al frente de la entidad, Duisenberg anunció su retirada casi con un año de antelación. De esta manera, además, Trichet tendría tiempo de arreglar sus asuntos pendientes con la justicia antes de acceder al cargo. A principios de diciembre, Duisenberg, además, reconoció en una comparecencia ante el Parlamento Europeo que tenía prisa por jubilarse el año próximo, tras cinco ejercicios al frente de la autoridad monetaria de la zona euro, para dedicarse al ocio. "Sólo tengo un deseo, ir a pescar", dijo ante los parlamentarios.