El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, anunció ayer de forma oficial que ha enviado al Consejo Europeo una solicitud de dimisión para el próximo 9 de julio. El banquero aclaró, no obstante, que está dispuesto a permanecer en el cargo que ocupa "tanto tiempo como los jefes de Estado y de Gobierno juzguen necesario".

La sucesión del dirigente se ha complicado durante los últimos meses a consecuencia de las pesquisas judiciales que se han llevado a cabo por el escándalo del Crédit Lyonnais. Entre los afectados por este caso, se encuentra el francés Jean-Claude Trichet, gobernador del Banco de Francia y candidato a ocupar la responsabilidad en el BCE.