El Gobierno concibe la trasposición de la Directiva Europea de Servicios como la más importante de sus reformas estructurales. Se calcula que, cuando se apliquen los cambios, el PIB será un 0,8% mayor y el nivel de empleo crecerá el 0,3%. El vicepresidente, Pedro Solbes, estimó ayer que el diferencial de inflación entre España y la UE, que de media se sitúa en un punto, podría reducirse a la mitad. El sector servicios es el de mayor importancia cuantitativa por su peso en el PIB (66,7%) y en el empleo (66,2%), y de él depende el crecimiento del resto de la economía.

Los servicios suponen en torno al 38% de los consumos intermedios de la industria y el 40% del gasto medio de los hogares. El anteproyecto de ley afectará a prácticamente todos salvo servicios financieros, transporte, telecomunicaciones, audiovisuales, sanitarios, servicios sociales y ETT. Sí afecta a comercios, hostelería, agencias de viajes y campings. También a entidades culturales y deportivas, guarderías, autoescuelas y mensajerías, así como a servicios de reparación, artesanos, comercios, quioscos de prensa, venta ambulante y servicios funerarios.